Hace tiempo lo dije, soy fan de Kanye West, me costó trabajo aceptarlo ya que los medios lo han presentado como un tipo ególatra en extremo, un perfeccionista capaz de tomar la tribuna en una entrega de premios para protestar porque su video no fue el ganador. Kanye es mamón, pero, hace buenos discos.
Hace tiempo escuché su primera producción, The College Dropout, me llamó la atención que a diferencia de sus contemporaneos, West no rapeaba sobre bling, excesos y misoginia, de hecho, su temas no están impregnados de violencia urbana, más bien parecían como pasajes sacados del diario de un chico universitario de clase media, de ahí me llamó la atención, me gustó que que no pretendiera sonar como el montón y que además, su vestimenta y apariencia distara tanto del rapper estereotípico.
Su segundo disco, Late Registration, me pasó sin pena ni gloria, es más, ni lo escuché en su momento (dos años después le entré y me encantó), fue hasta el tercer lanzamiento, Graduation, que descubrí a un artista arriesgado, Kanye empapó su música con los sonidos más vanguardistas, contrató a los productores del impresionante show en vivo de Daft Punk para montar un show igual de alucinante, produjo varios sencillos que sonaban modernos, inventivos, arriesgados y si, me hice fan. Graduation catapultó a Kanye a la cima, este año ha participado como acto principal de los mejores festivales internacionales, ha ganado millones y muchos premios, se hizo amigo de Justice, se presentó con Daft Punk en los Grammys y los djs más vanguardistas le ayudan a refrescar su sonido.
Hoy descubrí su nuevo sencillo, Love lockdown, formará parte de su nuevo disco, para variar, me parece un gran tema, aunque Kanye sigue siendo bastante mamón.
El próximo 17 de Octubre, Kanye West se presentará en el Palacio de los deportes de la Ciudad de México. Clic aquí para conseguir los boletos.
lunes, 13 de octubre de 2008
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