La compañía Hammacher Schlemmer acaba de lanzar al mercado una de las novedades más sosas que he visto en mucho tiempo, se trata de una versión submarina del popular pogo saltarín, esta maravilla sirve para que los usuarios salten en un lado a otro en la profundidad de su piscina.
Tomando en cuenta que el humano promedio aguanta la respiración por 30 o 40 segundos estamos hablando de poco tiempo de diversión.
Esta "gran idea" cuesta $60 dólares, más información en el sitio oficial de la compañía.
Pd. No es broma.
miércoles, 11 de junio de 2008
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